SEGUNDA CUOTA

Preparan sus miedos si las noches se hacen negras con negruras,
y preparan sus ojos para llorar si los llantos desparraman sus aguas.
Dejan los signos latiendo en sus propios sitios
No los interpretan. Simplementen los reconocen.
Ellos saben que los signos dados vuelta ya no laten.
Dejan que los misterios sean misterios,
dejan que los signos sean signos.
Por temporadas ella parecía más solitaria que otras mujeres
Cuando sintió que él casi le pisaba los talones
con palabras de duraznos y otros frutos
giró sobre sus pies y le propuso abrir por la mitad las soledades
y comerlas entre los dos como frutos de estación
A veces por azar o por destino
los amores de los nómades no terminan en completudes.
En estos casos lloran al pie de sus árboles
y no hay consolaciones que los calmen.
Tejen redes para sus hijos,
las tejen con sus manos y con su sangre.
Tratan de no envolverlos con las redes.
Ni de taparlos. Ni de usarlas como mosquiteros.
Las dejan ahí para que los hijos vayan dándoles el uso de sus necesidades.
La muerte es la vida misma con sus vestimentas puestas al revés.
Es un giro alrededor de sí misma
para continuar con sus transformaciones.