19 de septiembre de 2015

RL a Raúl Pellegrino

Las mujeres de cincuenta y tantos.... Van por ahí, se las encuentra en cualquier parte, cultas, viajadas, leídas, sensibles, atrevidas, con sus miedos bien guardados y sin posibilidad de olvido, pisando fuerte. 
Vienen de vuelta de la vida, ya criaron hijos, regalaron alas y vuelven a desplegar las suyas guardadas tanto tiempo, listas para el vuelo, ya saben del amor incondicional y sus matices.
Ya saben de la vida, de su valor, se saben expertas, ya conocen los secretos de sus cuerpos, saben lo que quieren, como y cuando lo quieren. Van por la vida con profundidad en la mirada, con el corazón repleto de amores y secretos, con versos tatuados en el alma y seguridad al caminar.
A ellas por favor, no les vendas imagen, no les mandes mensajes de texto, no les hagas promesas, no les mientas, están de vuelta a todo eso. Ahora son libres a costa de la vida misma, no se dejan encadenar si no es su deseo, ya fueron capaces de dejar atrás sueños, viejas pretensiones, viejos reproches, y solo están dispuestas a lo posible, si les apetece.
A ellas hay que ofrecerles un café con tiempo de sobra, hacerles una llamada para que puedan oír tu voz, tomar sus manos, sentirlas, mostrarnos humanos, imperfectos, auténticos, con ellas escuchar y hablar con el corazón.

Quizás descubras que la recompensa vale la pena.

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