Qué linda la vida. La mía, cero monotonía. Subo al cielo y bajo de un hondazo en menos de lo que canta un gallo.
Sigo aprendiendo, que puedo ser la mejor y la peor. La más dulce y la más amarga. La feliz y la triste.
Y a pocos le importa. Pero a mi si.
Experiencias bellas, aleccionadoras, angustiosas, me persiguen a toda velocidad. Y yo me dejo, porque ante todo soy una apasionada de la vida. No pienso huir nunca ni arrepentirme, al menos de lo que hice. Quizá sí me arrepienta de aquello que no intenté.
Un día más, una lección nueva, una espera renovada. Y yo espero, lo mejor, siempre.
:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario