“y, por otra parte, a menudo me embarga una evidencia:
el otro es impenetrable, inhallable, irreductible; no puedo abrirlo,
remontarme a su origen, descifrar el enigma. ¿De dónde viene? ¿Quién es?
Me agoto; no lo sabré jamás”
el otro es impenetrable, inhallable, irreductible; no puedo abrirlo,
remontarme a su origen, descifrar el enigma. ¿De dónde viene? ¿Quién es?
Me agoto; no lo sabré jamás”
Fragmentos de un discurso amoroso- Roland Barthes
Habría que elegir el "no agotamiento". No indagar.
No limitar al otro a un manojo de preguntas.
Sólo dejar fluir las humanas relaciones sin interponer nuestros enigmas y los ajenos.
Posiblemente no sean el obstáculo.
No limitar al otro a un manojo de preguntas.
Sólo dejar fluir las humanas relaciones sin interponer nuestros enigmas y los ajenos.
Posiblemente no sean el obstáculo.
Que se entiendan las almas, no las historias.
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