9 de diciembre de 2015

Mala

Soy una mala mujer.
Porque levanto la voz, porque soy independiente.
Porque no me molesta pagar la cuenta ni abrir mi propia puerta.
Por eso soy una mala mujer.
Porque no me dejo, porque no me quiebro.
Porque me sacudo las lágrimas, me acomodo el escote, y sigo adelante.
Por eso soy una mala mujer, porque no soy sumisa, ni callada ni frágil.
Más bien soberbia y estridente.
Porque cuando llego, se nota.
Y cuando me voy, se siente.


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